Coma una papa Hasselback como parte del almuerzo o la cena cuando desee algo crujiente y satisfactorio. Eso no parece un buen consejo de nutrición, pero lo es por dos razones.
Primero, ignorar por completo tus antojos no te hará más saludable. Lo más probable es que te haga sentir miserable y te prepare para picotear o comer en exceso más tarde. Será mejor que satisfaga su antojo de una manera equilibrada y controlada por porciones.
En segundo lugar, destaca la importancia de navegar por los mitos alimentarios comunes. Las papas no son el diablo disfrazado. Tienen un lugar en una dieta saludable, incluso en una destinada a ayudar a controlar el colesterol alto. Aunque son almidonados, un tubérculo de tamaño mediano también ofrece 4 gramos de fibra (si mantienes la cáscara), 4 gramos de proteína, casi el doble de potasio que un plátano y cantidades sustanciales de vitaminas B y C, magnesio, fósforo, hierro, cobre y más.
Continúe y disfrute de cada rebanada crujiente de esta papa cubierta con paprika, ajo, sal y pimienta negra. Está horneado, no frito, por lo que tiene menos grasas que no son tan buenas para ti. Agrega algunas grasas saludables para el corazón con el guacamole encima. Si combina esta receta con proteína magra, tendrá una comida completa.