Cómo evitar el mal de altura durante el ejercicio

      Si entrena a baja altura y planea hacer ejercicio a gran altura, la amenaza del mal de montaña es muy real. Obtenga más información sobre los riesgos asociados con el mal de altura y obtenga consejos prácticos y precauciones para que su viaje a las montañas sea seguro.

      ¿Qué es el mal de altura?

      Por encima de los 8.000 pies (2.424 m), muchos vacacionistas sufren mal de altura o mal agudo de montaña (AMS). Hay diversos grados de enfermedad y el más común es el mal de altura.

      Esta condición generalmente ocurre entre 6,000 y 10,000 pies y causa síntomas leves como dolor de cabeza, mareos, náuseas y falta de sueño. Los síntomas a menudo desaparecen en uno o dos días, pero si no es así, es posible que deba bajar a una altitud más baja hasta que se sienta mejor. Pasar rápidamente de una elevación baja a una elevación alta aumentará sus probabilidades de sentir el mal de altura.

      Tipos de mal de altura

      Otros tipos menos comunes de mal de altura incluyen el edema pulmonar por altura (HAPE) y el edema cerebral por altura (HACE). Los síntomas de HAPE incluyen dificultad para respirar, opresión en el pecho, tos y fatiga. Los síntomas de HACE incluyen confusión, falta de coordinación, tropiezos y falta de equilibrio.

      Ambas condiciones ocurren con mayor frecuencia a más de 10,000 pies y son condiciones graves que requieren atención médica inmediata.

      Otros riesgos del ejercicio a gran altura

      Es posible que aquellos que viajan a la altura para hacer ejercicio no siempre experimenten el mal de altura, pero hay otros riesgos asociados con el ejercicio a gran altura que se deben tener en cuenta.

      Disminución de la disponibilidad de oxígeno

      A medida que pasa del nivel del mar a una mayor altitud, la presión del aire disminuye y se reduce su capacidad para absorber oxígeno fácilmente. Debido a que es más difícil llevar oxígeno a los pulmones, lo compensa aumentando la frecuencia respiratoria, la profundidad y la frecuencia cardíaca. Hasta que se aclimate, puede encontrar que lo que puede hacer fácilmente en casa es más difícil en la altura.

      Deshidración

      Si bien la disponibilidad reducida de oxígeno es la razón principal por la que hacer ejercicio en altura es más difícil, otro factor que reduce el rendimiento y causa el mal de altura es la deshidratación. La menor humedad y el aumento de la frecuencia respiratoria en la altura hacen que pierdas más humedad con cada exhalación que al nivel del mar. Incluso una pequeña pérdida de líquido (2-3 libras de agua perdida a través de la sudoración e incluso la respiración) puede provocar una disminución notable en el rendimiento deportivo.

      La deshidratación es culpable en la mayoría de los casos de mal agudo de montaña. Síntomas como dolor de cabeza, mareos leves, náuseas, insomnio e irritabilidad pueden indicar deshidratación y no deben ignorarse.

      En muchos casos, los problemas se pueden prevenir tomando precauciones simples. Si planea viajar y hacer ejercicio a gran altura, debe hidratarse bien bebiendo antes de sentir sed. Evite el alcohol y la cafeína porque son diuréticos que pueden provocar deshidratación.

      Enfermedad por calor

      El verano en las montañas puede no ser siempre más fresco que en las elevaciones bajas. La enfermedad por calor se divide en varias categorías, incluidos los calambres por calor, el agotamiento por calor y la insolación.

      El golpe de calor es una emergencia médica. Golpea de repente y con poca advertencia. Los signos de un golpe de calor pueden incluir una temperatura corporal central superior a 105 F, piel caliente y seca, pulso muy rápido y confusión o desorientación.

      Detener la actividad y refrescar el cuerpo son los tratamientos clave para el agotamiento por calor.

      Los calambres por calor son espasmos musculares dolorosos junto con desmayos/mareos/debilidad. Por lo general, se desarrollan después de varias horas de esfuerzo y depleción de sodio (y otros electrolitos). Reemplazar los electrolitos y líquidos perdidos suele ser el mejor tratamiento.

      Mayor exposición al sol

      La exposición directa al sol en altura se suma a los efectos de la deshidratación y puede provocar quemaduras solares graves. Las quemaduras solares ocurren más fácilmente en altura (especialmente para las personas de piel clara) y las quemaduras solares pueden reducir la capacidad de la piel para refrescarse.

      Para protegerse de los efectos de la exposición al sol, evite hacer ejercicio cuando el sol es más intenso (de 23:00 a 14:00 horas). Si sale a la mitad del día, protéjase con ropa adecuada, bloqueador solar (SPF 30+) y anteojos de sol.

      Cómo prevenir el mal de altura

      • Mover a altitudes más altas gradualmente para darle a su cuerpo tiempo para aclimatarse y adaptarse. Después de 8000 pies, no ascienda más de 1000 pies por día.
      • no vayas más alto si tiene dolor de cabeza o falta de coordinación u otros síntomas del mal de altura.
      • Dormir a una altura más baja de lo que eres durante el día, si es posible.
      • Pregúntele a su médico acerca de los medicamentos para el mal de altura (la acetazolamida (Diamox, Dazamide) sería útil para usted).
      • Llevar ropa de lluvia/ropa de abrigo porque el clima de la montaña puede cambiar rápidamente.
      • Beba muchos líquidos mientras hace ejercicio (16-32 oz/hora o más en climas cálidos).
      • Vístete en capas, y use ropa de colores claros que absorba la humedad, como Cool-Max.
      • Usa bloqueador solar para ayudar a prevenir las quemaduras solares.
      • Descansa y trata de refrescarte si siente que su rendimiento cae rápidamente.
      • No beba alcohol/cafeína antes o inmediatamente después de hacer ejercicio en altura. Tenga en cuenta que es más fácil prevenir muchos síntomas relacionados con la altitud que tratarlos una vez que se desarrollan.

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      Por Elizabeth Quinn, MS

      Elizabeth Quinn es fisióloga del ejercicio, escritora de medicina deportiva y consultora de acondicionamiento físico para clínicas corporativas de bienestar y rehabilitación.

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